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Quienes somos?

( QUIÉN SOY O QUIEN CREO SER )

 

Hola, soy Daniel, y permíteme compartir mi recorrido contigo:

De químico a artista, un giro inesperado en la vida. Pasé 14 años encerrado en un laboratorio de microbiología, rodeado de microscópicos y cultivos, donde la exactitud era regla. Mi vida seguía un ritmo monótono y seguro, pero una parte de mí anhelaba más.

En un viaje a la montaña, allí encontré la serenidad que me faltaba. El universo envió señales, y decidí dejar atrás la bata y el microscopio. Cambié fórmulas por un pasaporte a la aventura, abandonando todo lo conocido para ir tras la autoexploración en el corazón de América del Sur y Central.

Durante tres años, recorrí esos caminos, absorbiendo aprendizajes y paisajes, mientras descubrí una nueva pasión: el arte de dibujar. Comencé a plasmar mis ideas en cualquier trozo de papel hasta que se convirtieron en obras vivas. Sin nunca haber pintado antes, me vi creando arte en las vibrantes calles de México.

La travesía no fue sencilla. Vivir de mi arte y enfrentar las dificultades de la tarea diaria fue un reto. Sin embargo, cada creación y cada venta artesanal me brindó lecciones que nunca podría haber imaginado. Ahora, todas esas experiencias se encuentran encapsuladas en mis obras.

Te invito a explorar Artenebrosos, un espacio que une la emoción del arte con la búsqueda de nuestro ser más profundo. Cada obra aquí es un fragmento de mi historia; un homenaje a la valentía de renunciar a lo conocido y abrazar lo nuevo, mientras sigo aprendiendo a vivir y a valorar cada parte de mi humanidad al enfrentar cada sombra que habito.

 
 

El ego es una construcción compleja compuesta por múltiples facetas, muchas de las cuales se desarrollan a partir de influencias externas, como las expectativas de padres, abuelos, o la sociedad en general. Desde una edad temprana, absorbemos creencias y valores que pueden moldear diferentes “personalidades” dentro de nosotros, algunas de las cuales no nos pertenecen por completo. Por ejemplo, podemos desarrollar una faceta en respuesta a los ideales de independencia que nuestros padres nos inculcaron, o a los valores de éxito económico que la sociedad promueve. Estos patrones de comportamiento se transforman en pequeñas sub-personalidades que viven dentro de nuestro ego y nos influyen de manera constante.

 

Además existen patrones universales más profundos, que Carl Jung describió como arquetipos del inconsciente colectivo. Estos arquetipos, como el héroe, el cuidador o la sombra, son estructuras psicológicas que todos compartimos y que se manifiestan en nuestros sueños, aspiraciones y conflictos internos.

Este mosaico de influencias, tanto personales como colectivas, crean tensiones que dificultan la coherencia y la paz interior. Jung sugirió que la integración de estas facetas, un proceso que él llamó “individuación”, es clave para la autorrealización. Para ello, es necesario reconocer todas las partes de nosotros mismos, incluyendo aquellas reprimidas, y tratar de armonizarlas en una identidad unificada y auténtica.

Crear y explorar el arte nos permite expresar y confrontar emociones, pensamientos y arquetipos que, de otro modo, podrían quedar ocultos o reprimidos en nuestra psique. Al expresar estas facetas a través del arte, podemos verlas con claridad y entender mejor su rol en nuestra vida. La creación artística, además de liberar tensiones internas, nos ayuda a dar voz a las diversas “personalidades” de nuestro ego y a encontrar una forma de integrar esos aspectos en una identidad más cohesiva.

En conclusión, el ego está compuesto por múltiples facetas, que surgen de influencias familiares, sociales y arquetípicas. Integrar estas facetas, como sugirió Jung, requiere valentía para explorar nuestras sombras y unificar nuestros aspectos fragmentados. En este proceso, el arte se presenta como un recurso invaluable, ya que permite canalizar y reconciliar esas facetas internas, ayudándonos a construir una identidad auténtica y en paz consigo mismo